Ezequiel Emanuele Israel y Hezbolá alcanzaron un acuerdo de cese al fuego que pone fin a más de un año de enfrentamientos intensos, dejando miles de muertos y desplazados. Este acuerdo, mediado por Estados Unidos y Francia, busca prevenir una escalada mayor en la región y reducir las tensiones que han afectado a millones de personas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que el cese al fuego entrará en vigor a las 4 a.m., hora local del miércoles. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respaldó el acuerdo, destacando que permitirá a Israel enfocarse en amenazas estratégicas como Irán, fortalecer a su ejército y disminuir la influencia de Hamás en Gaza.
Desde el Líbano, el primer ministro Najib Mikati celebró el acuerdo, calificándolo como un paso hacia la calma y la estabilidad en el país, además de facilitar el regreso de desplazados a sus hogares. El gobierno libanés se ha comprometido a desplegar fuerzas de seguridad en el sur del país para garantizar el cumplimiento del acuerdo, con monitoreo internacional liderado por Estados Unidos y Francia.
Detalles del Acuerdo
El pacto establece un plazo de dos meses para que las fuerzas israelíes se retiren del sur del Líbano y sean reemplazadas por tropas libanesas. Además, exige que Hezbolá retire sus combatientes de las zonas fronterizas y desmantele su infraestructura armamentista, en cumplimiento con resoluciones previas de la ONU.
El conflicto, iniciado tras los ataques de Hamás en octubre del año pasado, escaló rápidamente, dejando grandes áreas del sur del Líbano devastadas y forzando a 60,000 israelíes a huir del norte del país. En el último año, Hezbolá lanzó más de 16,500 misiles contra Israel, mientras las operaciones israelíes dejaron miles de víctimas civiles y daños masivos en el Líbano.
Perspectivas y Desafíos
La tregua permitirá a Israel redirigir recursos hacia el conflicto en Gaza, donde Hamás continúa operando pese a una campaña militar prolongada. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre la capacidad de Hezbolá para rearmarse y la efectividad del ejército libanés para mantener la seguridad en la región.
Este cese al fuego no solo brinda un respiro inmediato a las comunidades afectadas, sino que también representa un éxito diplomático significativo para la administración Biden. Además, podría marcar un precedente en la resolución pacífica de conflictos en una de las regiones más volátiles del mundo.
